domingo, 18 de marzo de 2012

Divagaciones...


La lluvia forma charcos de sangre en este ocaso de Noviembre.
El sol despertó bajo un cielo rojo, que anunciaba dolor y tragedia, y se marchaba con las nubes llorando. Llorando sangre.
 De ver a tantos morir.
 Los asesinos eran los ideales. Los ideales matan. Las creencias hacen distintos a los hombres.

Se mata en nombre de Dios, se mata en nombre de la libertad, se mata bajo un lema, se mata por una bandera.

Pero no hay Dios, no hay libertad, no hay lemas ni banderas que puedan enterrar la vida de tantas vidas, humanas o no humanas.

Esta tierra está maldita, muere cada vez que una bandera asesina, cada vez que el dinero manda matar, cada vez que una creencia está por encima de una vida. Sea humana o no.

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