miércoles, 24 de noviembre de 2010

Amanecer.

De la noche van desapareciendo sus destellos, cual hermosa capa oscura con diamantes, cae, como las vestimentas de una dama del alba.
Poco a poco.
Deslumbrando por su claridad desnuda. Su velo se desvanece en el horizonte, se desprende de sus opacos ropajes.
La noche expira.
Se desnuda el día.
La luna cesa su llanto.


El cielo palidece, y la oscuridad se rinde al sol.
El cielo se convierte en oro.

En la desnudez del día, me siento insegura, vuele a cubrir con tu capa, Luna, los cielos.

Carmilla

"Era de estatura mediana, delgada y de formas muy armoniosas. Aparte de que sus movimientos eran lánguidos - verdaderamente muy lánguidos -, nada en su aspecto denotaba que estuviera enferma. Tenía una tez sonrosada y luminosa, y sus facciones eran pequeñas y correctas. Sus ojos eran negros y brillantes, sus cabellos realmente espléndidos: no he visto nunca una cabellera tan larga y sedosa como la suya cuando la soltaba sobre sus hombros. Eran unos cabellos mórbidos y vivos, de color castaño oscuro con reflejos dorados.
¡Cielo santo! ¡Si lo hubiese sabido todo!"


-  Querida, sé que tu corazón se siente herido.
No me juzgues cruel. Si tu corazón está herido, el mío sangra con el tuyo.
En medio de mi gran tristeza, vivo de tu exuberante vida, y tú morirás, morirás dulcemente por la mía. Es algo inevitable.
Y así como yo me acerco a ti, tú, a tu vez, te acercarás a otros y aprenderás el éxtasis de la crueldad, que es una forma del amor. No intentes saber nada más de mí ni de mi vida, pero confía en mí con todo tu amor.


> Serás mía..., Debes ser mía... Tú y yo debemos ser una sola cosa...











... Y para siempre.


"Tiene los dientes más afilados que he visto en mi vida. Largos, afilados, puntiagudos como una lanza, como un alfiler."

"Y después de haber hablado con una voz suave, queda, me estrechaba entre sus brazos, y sus labios, besándome tiernamente, me inflamaban las mejillas"

- Nunca me he enamorado, y nunca me enamoraré, a no ser que me enamore de ti...
¡Querida, yo vivo en ti y tú morirás en mí! ¡Te quiero tanto!


-Déjame mirar un instante; Tal vez se ésta la última vez que veo la luna contigo.



Sheridan le Fanu -Carmilla-